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¿Qué significa tener tics?

La mayoría de los niños con tics o trastorno de Tourette presentan síntomas de tics leves que tienden a tener altibajos y a fluctuar en frecuencia e intensidad en el tiempo. Muchos niños con síntomas de tics leves ni siquiera son conscientes de estos movimientos o sonidos, por lo que no los hacen sufrir. Sin embargo, algunos sí sufren a causa de los tics. Este padecimiento puede manifestarse en la forma de molestias físicas, como dolor de cabeza o cuello, o un sufrimiento emocional, como el sentimiento de vergüenza por tener tics. Si bien son involuntarios, la mayoría de los niños aprende a suprimir los tics en la escuela y en otras situaciones sociales, lo que lleva a un evidente aumento de los tics durante la tarde mientras están en su casa. Por otra parte, la supresión de los tics puede provocar un cansancio o fatiga excesivos.

¿Qué debemos evitar?

  • Evite llamar la atención sobre los tics cuando ni su hijo ni su maestra o compañeros los han notado. Muchos tics no son evidentes en grupos infantiles en los que el movimiento constante es la norma.
  • Evite decirle a su hijo que termine con los tics o los controle. Recuerde que son involuntarios. Pedirle a un niño que ponga fin a un tic es como pedirle a alguien que contenga un estornudo.
  • No permita que el niño se sobreexcite o sea estimulado por demás. En muchos niños, los tics aumentan al jugar con videojuegos o juegos de computadora agresivos o excitantes.

Estrategias para manejar los tics

Si el niño se siente avergonzado por los tics o si éstos interfieren en sus estudios o en su casa, es útil asignar una “habitación para tics”, un espacio privado al que el niño pueda dirigirse por períodos breves para dejarlos salir. Habitualmente, los lugares tranquilos y la atenuación de los estímulos, la excitación o la angustia facilitan la disminución de los síntomas.
Para aliviar los tics, resulta muy útil permitirle al niño que salga de la clase de a ratos. El desarrollo de técnicas simples de relajación, como ejercicios de respiración, puede ser de ayuda. Si los tics, como los de escupir o morderse la camisa, resultan embarazosos en situaciones sociales, se lo puede inducir al niño a desarrollar estrategias de sustitución de los tics. Por ejemplo, se le puede enseñar a escupir en un pañuelo y no sobre sí mismo o en sus libros o útiles, o bien a masticar una goma de mascar sin azúcar en lugar de su ropa.

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