• Motivar a los niños es muy importante. Hablarles de sus compañeros, de los profesores, de las nuevas materias que aprenderán, siempre de manera optimista y entusiasta para que el niño comience el colegio con una visión positiva y con muchas ganas. El encuentro con los compañeros puede servir de visión positiva para sentir que sus iguales y amigos también hacen las mismas rutinas.
• Preparar el material antes de comenzar. Que los niños se involucren en la preparación del material es una buena manera para prepararlos y anticipar este nuevo período lectivo, se prestará especial atención al niño durante estos días previos para quitar pensamientos negativos o preconcebidos.
• Comenzar con las rutinas de sueño y comida unas semanas antes del comienzo del cole. Normalizar los horarios de sueño y comidas paulatinamente 2 ò 3 semanas antes es una buena pauta para evitar trastornos de sueño y cambios abruptos en las rutinas diarias.
• No romper totalmente con la rutina durante las vacaciones de verano. El descanso es necesario, pero está demostrado que pequeños periodos de descanso son más efectivos que los grandes, por ello, realizar tareas durante las vacaciones de verano, por ejemplo, una hora diaria, descansando una semana de cada 3, es mucho mejor que hacer en dos semanas intensivas los deberes que tengan .
• Durante el primer mes, compaginar actividades que hayan realizado en verano con las clases. Si por ejemplo todos los días iban al parque, intentar que vayan 3 veces por semana para que el cambio no sea tan brusco.
• Elegir juntos tanto las actividades extraescolares, los niños las elegirán según sus preferencias pero bajo consejo y tutela de los padres.
• Acompañar a los niños el primer día de vuelta al cole. Es muy importante, en la medida de lo posible, que al menos uno de los progenitores acompañe al niño el primer día de clase. Este es un día de cambio y que una persona conocida esté a tú lado te puede ayudar para no verte en una situación de ansiedad o estrés.
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